En 1992, Issey Miyake crea L'Eau d'Issey e imaginael perfume del agua, fuente de vida. Profundamente vanguardista, la fragancia floral acuática y el esbelto frasco de líneas puras, firman desde el comienzo el encuentro entre Oriente y Occidente. Su estela juega con la piel, su firma es tan inolvidable como inesperada.